Prominentes críticos de arte la reconocieron como una innovadora implacable.
La influyente crítica Marta Traba en su publicación «Arte Latinoamericano Actual» (1972) dice sobre sus trabajos que «revisten las características de un pionerismo desesperado; y es justo abonarle ese mérito de ariete».
Al igual que muchos artistas, durante la dictadura, la falta de recursos financieros, la ausencia de un mercado de arte significativo y un clima represivo se vió obligada a emigrar.
Pero sin embargo, durante unas de sus estadías prolongadas en el pais (entre 1960 y 1970), Márquez produjo lo más exquisitos trabajos.
Desde este periodo de desarrollo y experimentación corresponde la siguiente propuesta que presenta Artística – espacio de arte.
Tesón y empeño por la forma bella
La formación sistemática y especializada de artistas en las academias clásicas, y aun en su proyección institucional moderna, giraba en torno a disciplinas específicas -teoría e historia del arte, entre las fundamentales- y ejercicios de taller; ambas dimensiones buscaban orientar y desarrollar la creatividad a partir del refinamiento conceptual y las destrezas técnico expresivas de estudiantes de arte en situación inicial.
El caso de las artes visuales, tanto bidimensionales como tridimensionales, suponía explorar la imagen desde el dominio de sus medios expresivos y materialidad tradicionales: el dibujo y el color.
El rigor era lugar común en el, muchas veces, largo itinerario de formación y su definido objetivo: evitar todo conato de desprolijidad de la forma bella.
Más allá de las licencias semánticas en juego, Ejercitario hace público un conjunto significativo de dibujos -algunos en color-elaborados por Laura Márquez en el transcurso de su formación inicial en instituciones de arte rioplatenses. El empeño, recordemos, quizá obsesivo pero natural, de todo aprendiz privilegia la sutileza de la representación bella, sesgo notable en los dibujos que hoy se muestran. Laura ejercita sistemática y personalmente las posibilidades de la imagen bidimensional que supone todo dibujo en el vacío generativo del papel soporte;
territorio misterioso en el que la línea gana identidad en la medida que consolida su vocación autónoma expresiva y hace lugar a la sensibilidad del artista, momento simbiótico de constitución del acto creativo en sí, de la poiesis, diríamos.
En su generalidad los dibujos, explorando abiertamente la representación del cuerpo humano como consecución de la belleza, son logros ganados al oficio primero con tesón y empeño, en el que laten sopesadamente la energía de la voluntad creativa conceptual y una refinada materialidad.
Esta producción inicial, ya genuino patrimonio cultural local, volcada pasionalmente en la forma bella como momento de libertad expresiva, tuvo lugar en los años 50 en instituciones de arte bonaerenses, como sostienen algunos datos biográficos en existencia.
Carlos Sosa, en junio de 2023
Presentación de los trabajos de Laura Márquez
Laura Márquez
La pintora y grabadora Laura Márquez es una de las pioneras del arte moderno paraguayo, desde los años cincuenta. Vive en Nueva York, Estados Unidos, desde los años setenta, y ahora vuelve a realizar actividades en nuestro país.
Laura Márquez nació en 1929 en Asunción. A los 18 años viajó a la Argentina y volvió a su país con los conocimientos modernos aprendidos en la Argentina e incidió decididamente en el arte paraguayo.
En Buenos Aires, en 1955, junto a sus colegas Julio Le Parc, Horacio J. Sofons y otros, inició el Movimiento Estudiantil de Reforma de las Escuelas de Bellas Artes. Fue vicepresidenta del Centro de Estudiantes de Artes Plásticas.
En 1961 obtiene el primer premio en el certamen de Murales para el Hotel Guaraní, Asunción. Su proyecto presentado no fue realizado, “por razones de presupuesto” alegadas por el ente organizador.
Algunas de las series que ha realizado son “Cool Art” (del que forma su obra “ Seis meses de silencio”), “Caminos”, “Las cortinas”, “Las Torres”, “Las cruces” y “El grito” , basado en la obra del mismo nombre de Edward Munch.
En marzo de 2005, Laura Márquez recibió el título de Profesora Honoraria de la Universidad del Norte.