Bettina Brizuela
Del 10 al 13 de septiembre, Asunción será epicentro del arte contemporáneo en la región.
Bajo la curaduría de Irene Gelfman (Curadora Global de Pinta) y Adriana Almada (Curadora General del evento), la ciudad abre sus puertas al diálogo entre artistas, galerías, curadores y coleccionistas.
En esta edición, Artística presenta la muestra La historia Imperfecta por Bettina Brizuela, dentro del marco de Pinta Asunción Arte Week.
Un árbol genealógico es de por sí un discurso sobre el propio origen, un diagrama de relaciones consanguíneas que da forma narrativa y documental a una identidad familiar, a una historia. El árbol genealógico que Bettina Brízuela presenta en esta exposición es, en cambio, un árbol ficticio, “bizarro” –para decirlo en sus palabras–, lúdico. Entre sus ramas seres anónimos desarrollan vínculos imposibles. Son personajes surrealistas surgidos de viejos retratos fotopintados de la década de 1940 e intervenidos por la artista hasta hacerlos participar de otra naturaleza, además de la humana. Y de otra condición, además de la memoria.
Estos seres, así reunidos y “genéticamente modificados” a través del recurso pictórico, terminan siendo protagonistas de un linaje que no existe, entidades con vida nueva, mutante, ya lejos de los marcos bombé que los protegían cuando todavía cumplían una función de memorabilia. “Por respeto y culpabilidad fui guardando estas fotos que retiré de sus marcos, con el objetivo de encontrarles un lugar en este mundo para enmendar el desalojo”, dice la artista, quien ha apelado obsesivamente en su obra a los “archivos domésticos”. Así, estos individuos fueron adoptados como parte de un núcleo familiar imaginario: una comunidad inventada, dispuesta como instalación, que parece esbozar jocosamente una noción de herencia y remite a la búsqueda íntima de un pasado visto como una historia imperfecta.
Junto a esta instalación, otras obras actúan como parte del mismo ecosistema simbólico: nubes, ojos, rostros ocultos tras un destello o un signo geométrico. Todos los elementos, incluido el gran marco de época que deja escapar una tela, llevan a un universo fracturado, fragmentario, donde la fábula asume el control y genera nuevos códigos frente a lo real.
Adriana Almada
«Conceptualmente la exposicion gira en torno de un bizarro árbol genealógico donde recreo una familia con personajes de rostros absurdos y con lazos o ramas familiares inesperados, desconocidos, lineas cosanguineas incongruentes, al indagar sobre mi propia familia hago conciente mi historia imperfecta, reuniendo retratos de la decada del 40 s fotopintados al oleo, son personas anonimas para mi, las adquiero porque su marco oval y vidrio abombado son materiales que reutilizo para realizar una serie anterior de obras llamada Los ojos, estas fotos a las que retiro de sus marcos fui guardandolas, por respeto y culpabilidad, con el objetivo de en algún momento encontrarles un lugar en este mundo, para enmendar el desalojo, adoptados estos individuos en un arbol se presentan en esta obra instalativa como parte de un nucleo familiar.»
«Las demas pinturas, como las nubes, ojos, caras, y otras, pueden parecer sueltas a esta pero son coetaneas, y tienen que ver entre si, hacen a su contexto con objetos ominosos que dialogan sin embargo sobre la codicion humana actual como seres humanos mutantes.»
Bettina Brizuela